El primer lugar se debe identificar el o los indicadores que puedan medir el desempeño del factor. Estos indicadores pueden ser seleccionados de acuerdo con su potencial explicativo o mediante técnicas estadísticas.
En este modelo, todos los indicadores que evalúen el desempeño de los factores son considerados Indicadores Clave de Desempeño (KPI).
Los indicadores de resultados pueden ser configurados a partir de índices, tanto en el plano táctico sobre cada división (RI) o estratégico de toda la unidad de negocio (KRI).
El óptimo es aquel mejor valor que haya alcanzado el indicador en contextos similares. El movimiento perfecto se refiere al comportamiento de las dimensiones y subdimensiones del indicador durante esos momentos.
Este concepto del movimiento perfecto está inspirado en el modelo de inteligencia artificial desarrollado por Globant para encontrar el tiro perfecto en el deporte, al que llamaron "The perfect shot".
Este óptimo puede conformarse con información histórica utilizando algoritmos simples que tengan en cuenta los ciclos estacionales, las variables relacionadas y las acciones programadas.
Cada día los equipos podrán identificar los desvíos del indicador en sus 3 dimensiones: nivel agregado, desglose principal y profundización, en ese mismo orden de descubrimiento.
Mediante la valoración económica o estratégica de los desvíos se podrán establecer prioridades en las oportunidades de mejora.
Esta metodología de gestión por potencial permite a todos los participantes del equipo de trabajo orientar sus esfuerzos hacia acciones concretas que se encuentren alineadas a los objetivos estratégicos.